Debemos decir que, un cuadro es un individuo que ha alcanzado la suficiente madurez política como para poder interpretar las grandes directivas emanadas del poder central, y al hacerlas suyas las transmite orientando las mayorías percibiendo, además, las manifestaciones que estas haga de sus deseos y sus motivaciones mas intimas. Es un individuo con disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica el centralismo democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el método para aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en la producción el principio de la discusión colectiva y decisión y responsabilidad únicas, cuya fidelidad esta probada y cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que, esta siempre dispuesto a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la revolución. Es, además, un individuo con capacidad de análisis propio, lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar la iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina.
El cuadro, pues, es un creador, es un dirigente de alta estatura, un técnico de buen nivel político que puede, razonando dialécticamente, llevar adelante su sector de producción o desarrollar al colectivo desde su puesto político de dirección.
Este ejemplar humano, aparentemente rodeado de virtudes difíciles de alcanzar, esta sin embargo diseminado a lo largo y ancho de los procesos progresistas de las revoluciones sociales y no los topamos en las dinámicas de los acontecimientos, día a día. Lo esencial es aprovechar todas las oportunidades que hay que desarrollar al máximo, para educarlo, para sacar de cada personalidad el mayor provecho y convertirla en el valor más útil de la revolución.
El desarrollo de un cuadro se logra en el que hacer diario; pero debe acometerse la tarea, además, de un modo sistemático en escuelas especiales, donde facilitadores competentes, ejemplos a la vez de los vencedores, favorezcan el mas rápido ascenso ideológico.
Tomado de la publicación de la revista Cuba socialista en septiembre de 1962.